Combate la sequedad vaginal extremando el cuidado de tu piel íntima

La sequedad vaginal es uno de los efectos secundarios que pueden aparecer durante las tres fases de la Y una vez más, la falta de estrógenos es la principal responsable de que las paredes vaginales y el revestimiento de la vagina se vuelvan mucho más secos, finos y menos flexibles. Es lo que los expertos denominan atrofia vaginal.
 
Se produce una reducción de las secreciones vaginales y desaparece la lubricación natural, lo que provoca irritaciones que pueden desembocar en inflamación y dolor. El problema se incrementa en el momento de mantener relaciones sexuales llegando incluso a ser dolorosas.
 
Así como los sofocos u otros síntomas son más conocidos porque las mujeres lo verbalizan de una forma más fácil, los problemas asociados a la sequedad vaginal o la urinaria continúan siendo un tabú, del que hay que desprenderse.

No eres la única a la que le ocurre

La sequedad vaginal aparece tarde o temprano, y no debe ser una causa de frustración o preocupación porque existen remedios para paliarla. Eso sí, cuando sientes los primeros síntomas es el momento de extremar el cuidado de tu piel íntima, porque de no hacerlo, puede afectar realmente a tu calidad de vida, y especialmente a tu vida sexual. 
 
La perimenopausia y le afectan al aspecto, la sensación y el funcionamiento de la vagina. Es lo que los médicos denominan Síndrome Genitourinario de la Menopausia (GSM). 

Sintomatología del GSM

La aparición de estos síntomas, así como su intensidad son absolutamente diferentes en cada mujer. Lo que para algunas es una leve molestia durante un breve periodo de tiempo, para otras puede ser un auténtico sufrimiento. Pero ¡hay solución! Por ello en TENA te describimos cuáles son los síntomas y cómo reducirlos si no eliminarlos. 
 
  • Dolor y molestias vaginales. Los pliegues rugosos de la vagina están fisiológicamente preparados para expandirse durante las relaciones sexuales y el parto. Al llegar la , estos pliegues se adelgazan y se aplanan, pudiendo provocar picores y dolor, sobre todo durante las relaciones sexuales.

  • Sequedad vaginal. La menopausia ocasiona el acortamiento y estrechamiento del canal vaginal, incluso en momentos de excitación. La falta de lubricación genera dolor e incluso lesiones y desgarros.

  • Pérdida de sensibilidad vaginal. Se debe sobre todo al debilitamiento del suelo pélvico. Esta disfunción física y la falta de estrógenos generan una pérdida de sensibilidad en el clítoris y el sexo puede resultar menos placentero. Es el momento de hablarlo con tu pareja y explorar nuevas formas de sexualidad.

  • urinaria. La debilidad muscular del suelo pélvico es la principal responsable de las pérdidas de orina que comienzan al toser o estornudar, durante el ejercicio o un esfuerzo físico. Los ejercicios de Kegel y el uso de compresas específicas para la incontinencia como la gama TENA Discreet y TENA Lights Sensitive  son, sin duda, tus mejores aliados. 

  • Infecciones por hongos y del tracto urinario (ITU). Los cambios hormonales alteran el microbioma vaginal, especialmente los lactobacilos cuya principal función es mantener el equilibro del pH vaginal. La falta de estrógenos hace que la vagina reduzca su pH, sea menos ácida y presente una menor protección natural por lo que a las bacterias les resulta más fácil adherirse y proliferar.

    Las infecciones urinarias aparecen con mayor frecuencia, así como otros síntomas asociados al tracto urinario como la necesidad frecuente de orinar durante el día y durante la noche -nicturia-

Tratamientos contra la sequedad/atrofia vaginal

Insistimos en que, al igual que la sintomatología no es igual para cada mujer, los tratamientos tampoco son eficaces para todas. 
Desde TENA te explicamos todas las posibilidades que existen para que las conozcas y optes por la que mejor se acomoda a tu situación. 
 
  • Terapia hormonal sustitutiva (THS). Se precisa prescripción médica y el tratamiento puede iniciarse desde la aparición de los primeros síntomas de la . Solo tu médico te indicará la dosis que debes tomar e informarte sobre sus ventajas e inconvenientes.

  • Humectantes y lubricantes de venta libre. Cada día más se comercializan productos específicos que funcionan como lubricantes para las mujeres que padecen sequedad vaginal. ¡Porque la edad y la menopausia no impiden mantener una vida sexual sana!

  • Cremas de estrógenos tópicos y pesarios. Las cremas que contienen estrógenos deben prescribirlas tu médico, así como la recomendación del uso de anillos vaginales, pastillas de estrógeno y pesarios. Los pesarios son dispositivos extraíbles que se colocan en la vagina y que están diseñados para reducir el prolapso de los órganos pélvicos, o el debilitamiento del útero, la vejiga y el recto.

  • Dilatadores vaginales. Se trata de un dispositivo con forma de tubo que se utiliza para estirar la vagina. Suele comercializarse en formato kit con diferentes tamaños, según las diferentes necesidades de cada mujer. Los dilatadores están especialmente indicados si existe dolor durante las relaciones sexuales.

  • Ejercicios de Kegel. Para evitar los efectos adversos de la menopausia y mantener el suelo pélvico en buen estado es muy importante que todas las mujeres realicen los llamados Ejercicios de Kegel. Además, contribuyen a aumentar el flujo sanguíneo a la vagina, incrementarán su elasticidad y reducirán considerablemente la aparición de la atrofia vaginal.

  • Y si aparece la urinaria ¡No lo dudes!, utiliza productos específicos para evitar pérdidas y suprimir malos olores, que encontrarás en la amplia Gama de TENA Mujer. Te mantendrás seca y protegida durante el día y sin ningún tipo de limitaciones para hacer tu vida normal.

Ahora más que nunca, cuida tu piel íntima

La higiene y cuidado de la piel de tus zonas íntimas siempre ha de ser una prioridad para ti, y más si cabe cuando aparecen los primeros síntomas de la . Porque de esta forma podrás eliminar picores, inflamación, irritación y todos los cambios físicos que tu vejiga y tu vagina experimentarán durante esta etapa. Y precisamente para ayudarte con ello, en TENA te recomendamos:
 
  • Utiliza un producto específico para higiene íntima. Los jabones con fragancia, los aceites perfumados, los baños de burbujas, el talco o el spray y desodorantes íntimos pueden irritar la vulva y provocar males mayores.

  • Elige productos para pieles sensibles. Lava tu ropa íntima con detergentes suaves y utiliza prendas 100% algodón. El nylon y las fibras sintéticas contribuyen a irritar la vulva durante la menopausia.

  • Llega la hora de elegir absorbentes. Opta por aquellos productos específicos para la menopausia, que no contengan fragancias ni colorantes como TENA Lights Sensitive. Es nuestra compresa más suave hasta ahora, con una capa superior que protege la delicada piel de las mujeres durante la menopausia . Y ahora fabricada con cerca del 50% de materiales de origen vegetal y presentada en envase de papel.

  • Trata la irritación de la vulva con productos tópicos. Existen cremas hidratantes vaginales tópicas de venta libre o geles lubricantes a base de agua, que pueden aplicarse en la piel íntima para mantener sanos los tejidos vulvovaginales. Estas cremas suelen contener glicerina, aceites minerales y ácido sórbico, son suaves con la piel y ayudan a rejuvenecer el tejido de la vulva, al renovar su humedad pedida.

  • Prueba la terapia de sustitución hormonal (TRH). Si padeces episodios agudos de irritación, sequedad o dolor en la vulva, acude a tu ginecólogo para que valore la prescripción de pomadas con estrógenos o el uso de pesarios. Pueden también reducir la frecuencia de tu necesidad de orinar.

  • Consulta con tu médico si la irritación persiste. Y viene acompañado de un flujo vaginal inusual, de sangrados anormales entre periodos o después de haber mantenido relaciones sexuales (si aún te encuentras en la perminenopausia), o si notas erupción o enrojecimiento en la vulva, porque podrían ser síntomas de algo más grave. En casos extremos, tanto médicos de cabecera y ginecólogos suelen derivar a expertos en dermatología para aplicar tratamientos más específicos para las patologías de la piel.

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