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Estrategias de gestión de la incontinencia en la esclerosis múltiple (EM)

Tanto si eres su enfermera prescriptora como su amable farmacéutico, si buscas una introducción al tratamiento de la continencia para personas con EM, ésta es tu página.

Si parte de su trabajo consiste en ayudar a las personas que padecen EM a comprender y controlar mejor su enfermedad, sabrá lo importante que llega a ser la cuestión de la función de la vejiga. La buena noticia es que, gracias a la constante evolución de los paradigmas de tratamiento, la EM es cada vez más manejable, al igual que la incontinencia que conlleva.

Esto también significa que se están ampliando los conocimientos necesarios para desarrollar una estrategia de tratamiento eficaz, incluida una estrategia para el manejo de la vejiga. He aquí una introducción a los tipos de problemas intestinales y vesicales con los que te puedes encontrar y cómo tratarlos.

Cómo afecta la EM al control de la vejiga y los intestinos

La EM es, por supuesto, una enfermedad autoinmune progresiva que daña los nervios, causando problemas de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. Esto incluye el sistema urinario. Como resultado, aproximadamente tres de cada cuatro personas con EM experimentarán algún tipo de disfunción de la vejiga. Pueden producirse varios tipos de disfunción:

Una enfermera ayuda a un paciente con esclerosis múltiple a sostener un vaso de agua.

Hiperactividad vesical

Se trata del tipo más común de disfunción vesical en la EM, con síntomas como la polaquiuria (necesidad de orinar a pesar de haber orinado hace poco), la incontinencia de urgencia y la nicturia. La vejiga se contrae de forma impredecible y a veces incontrolable, y las ganas de orinar pueden ser muy fuertes después de haber orinado muy poco. Las altas presiones de contracción pueden producir incontinencia, y la capacidad normal de la vejiga para retener la orina también puede disminuir, aumentando la frecuencia de vaciado a una hora o más.

Dificultades de vaciado de la vejiga

Una vejiga sobrecargada e incapaz de vaciarse por completo suele provocar una necesidad frecuente de orinar, incluso por la noche, y puede dar lugar a infecciones del tracto urinario. La incapacidad de la vejiga para vaciarse por completo es el resultado de dos problemas: en primer lugar, cuando el músculo de la vejiga se contrae, el músculo que rodea la uretra también se contrae, en lugar de relajarse como debería, lo que provoca una interrupción del flujo; en segundo lugar, la contracción del propio músculo de la vejiga es débil (pero puede ser frecuente) e insuficiente para vaciar por completo la vejiga.

Disfunción combinada

Los síntomas incluyen los asociados a la vejiga hiperactiva y a las dificultades de vaciado de la vejiga.

Infección del tracto urinario (ITU)

Las dificultades para vaciar la vejiga pueden conllevar un mayor riesgo de ITU, que, si no se trata, puede exacerbar los síntomas de la EM y provocar un aumento de la espasticidad. Por lo tanto, es importante identificar y tratar rápidamente las ITU. Entre los signos de alerta se incluyen la urgencia, la frecuencia y la incontinencia urinaria. Más información sobre las ITU y cómo prevenirlas.

Estreñimiento e incontinencia fecal

Las personas con EM a menudo experimentan problemas intestinales, aunque con frecuencia no se denuncian ni se reconocen. Cuando se dañan los nervios que controlan los músculos del esfínter anal o los responsables de percibir las heces, puede producirse estreñimiento y/o incontinencia fecal.

Un niño levanta la vista y sonríe a la enfermera que le empuja en su silla de ruedas.
. Un niño levanta la vista y sonríe a la enfermera que le empuja en su silla de ruedas.

Infección del tracto urinario (ITU)

Las dificultades para vaciar la vejiga pueden conllevar un mayor riesgo de ITU, que, si no se trata, puede exacerbar los síntomas de la EM y provocar un aumento de la espasticidad. Por lo tanto, es importante identificar y tratar rápidamente las ITU. Entre los signos de alerta se incluyen la urgencia, la frecuencia y la incontinencia urinaria. Más información sobre las ITU y cómo prevenirlas.

Estreñimiento e incontinencia fecal

Las personas con EM a menudo experimentan problemas intestinales, aunque con frecuencia no se denuncian ni se reconocen. Cuando se dañan los nervios que controlan los músculos del esfínter anal o los responsables de percibir las heces, puede producirse estreñimiento y/o incontinencia fecal.

Evaluación y gestión

A menudo las personas se muestran reacias a hablar sobre problemas relacionados con la pérdida de control de la vejiga o de los intestinos, por lo que es importante que el profesional sanitario les ayude de la mejor manera posible. Una buena gestión de los problemas urinarios o fecales requiere un enfoque holístico y completo que vaya escalando las actuaciones. El primer paso es una evaluación de un profesional sanitario con experiencia para determinar la naturaleza del problema. Luego sigue una colaboración continuada con la persona para elaborar y optimizar un plan que satisfaga sus necesidades específicas.

Una enfermera sostiene la mano de una paciente en la cama mientras se prepara para cambiarle el absorbente.

Salud de la vejiga

Es importante identificar las dificultades para vaciar la vejiga, ya que deben tratarse a tiempo para evitar la acumulación de orina en la vejiga, que conlleva el riesgo de dañar la vejiga y los riñones. Un buen primer paso para tratar la vejiga hiperactiva es reducir el consumo de café, té y bebidas energéticas con cafeína, ya que pueden irritar la vejiga. Una postura adecuada al ir al baño y la doble micción también pueden ayudar a facilitar el vaciado de la vejiga. Para las personas que sufren retención de orina, el autosondaje intermitente es una forma rápida y eficaz de expulsar la orina restante. Dependiendo de los síntomas y del volumen, el sondaje puede acabar ayudando a la vejiga a recuperar una función vesical casi normal. Aunque la terapia conductual y el entrenamiento muscular del suelo pélvico pueden ser útiles para las personas con problemas de vejiga, muchas necesitarán terapia farmacológica.

Salud intestinal

El objetivo de un plan de control intestinal debe ser evacuaciones predecibles y regulares, consistentes en heces blandas y formadas, ya que esto disminuye la probabilidad de estreñimiento o incontinencia fecal. A las personas con problemas intestinales se les suele recomendar una dieta rica en fibra, beber mucho líquido y utilizar enemas o laxantes. La estimulación nerviosa eléctrica también puede ayudar a mejorar la salud intestinal.

Productos absorbentes para la incontinencia

Como complemento al tratamiento, los productos absorbentes pueden mejorar la calidad de vida de manera significativa. Existen varios tipos de productos absorbentes disponibles, que incluyen compresas y protegeslips para la incontinencia leve y moderada, ropa interior protectora para fomentar la independencia en las rutinas de aseo para las personas con movilidad, productos con cinturón para las personas dependientes, y productos lavables en gran variedad de formas, tamaños y grados de absorción. 

Cuando se produce un percance fecal, es inevitable que las heces entren en contacto con la piel, por lo que es necesario eliminarlas rápidamente. Además de seguir el procedimiento adecuado en la rutina de aseo y limpieza, es importante utilizar los productos absorbentes y de cuidado de la piel adecuados para la incontinencia, y garantizar que se cambien periódicamente.

Dado que la EM se desarrolla de forma diferente en cada persona, no existe un producto único para cada caso. Hay que tener en cuenta síntomas como la pérdida de destreza manual, la pérdida sensorial, y el deterioro cognitivo a la hora de elegir los productos, al igual que otros factores importantes, como los objetivos de la persona, sus preferencias y las características del cuidado personal y del medioambiente.

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Huellas en la arena cerca de la orilla con suaves olas acercándose.
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Revisado por Josefine Grandin, enfermera de distrito y uroterapeuta, 16/05/2022

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