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La clave para controlar y prevenir la incontinencia intestinal

¿Qué es la incontinencia intestinal y cuáles son sus síntomas?

La incontinencia intestinal, también llamada incontinencia fecal o fuga anal, es la pérdida involuntaria de heces y/o gases. Hay muchas razones por las que puede producirse la incontinencia intestinal. Una evaluación puede ayudar a delimitar las causas y permitir establecer un plan eficaz de prevención y tratamiento.

Causas de la incontinencia intestinal

La incontinencia intestinal puede deberse a muchos factores diferentes. Si el músculo que controla la apertura y cierre del ano está debilitado o dañado, las pérdidas fecales se convierten en un riesgo. Otras afecciones como la diarrea prolongada, el estreñimiento o las lesiones nerviosas también pueden aumentar el riesgo. Las pérdidas fecales se han asociado a enfermedades como la diabetes, la esclerosis múltiple, las hemorroides y la demencia.

El deterioro cognitivo también puede ser un riesgo, ya que puede dificultar recordar el camino al baño, o incluso reconocer la necesidad de ir.

Otros factores pueden ser no beber suficiente líquido durante el día, lo que puede provocar estreñimiento e irritación de la vejiga y provocar sensación de urgencia y pérdidas fecales. La orina bien hidratada es de color amarillo pálido. Una orina oscura o de volumen reducido podría indicar la necesidad de ingerir más líquidos.

Si es necesario tratar el estreñimiento con laxantes, empiece siempre por la medida más suave. Los laxantes deben adaptarse a las necesidades individuales y vigilarse para detectar efectos secundarios como la diarrea.

Hablar de incontinencia intestinal

Si no preguntamos, no lo contarán. Si detectamos la incontinencia a tiempo, podremos intervenir a tiempo. La incontinencia fecal es una cuestión extremadamente privada y puede resultar difícil hablar de ella. Los problemas sociales e higiénicos a los que se enfrentan los residentes con incontinencia fecal son importantes. Las preocupaciones y la vergüenza asociadas a las pérdidas y al olor pueden hacer que se aíslen de las situaciones comunitarias. En este caso, los cuidadores pueden desempeñar un importante papel positivo al hablar del tema con el residente de forma afectuosa, práctica y desestigmatizadora.

Una enfermera lleva una mascarilla mientras habla con un residente de una residencia de ancianos
. Una enfermera lleva una mascarilla mientras habla con un residente de una residencia de ancianos

Hablar de incontinencia intestinal

Si no preguntamos, no lo contarán. Si detectamos la incontinencia a tiempo, podremos intervenir a tiempo. La incontinencia fecal es una cuestión extremadamente privada y puede resultar difícil hablar de ella. Los problemas sociales e higiénicos a los que se enfrentan los residentes con incontinencia fecal son importantes. Las preocupaciones y la vergüenza asociadas a las pérdidas y al olor pueden hacer que se aíslen de las situaciones comunitarias. En este caso, los cuidadores pueden desempeñar un importante papel positivo al hablar del tema con el residente de forma afectuosa, práctica y desestigmatizadora.

Residentes sonrientes sentados al aire libre con una enfermera a su lado

Control de la incontinencia intestinal

El tratamiento y la gestión adecuados no sólo mejorarán la calidad de vida de sus residentes, sino que también permitirán que su personal dedique más tiempo a cuidarlos en lugar de ocuparse de fugas innecesarias y lavados y cambios imprevistos. Además, un plan de gestión intestinal adecuado ayudará a reducir la cantidad de ropa sucia y residuos que maneja su organización. Y lo que es más importante, sus residentes se beneficiarán de una mejor salud de la piel.

Establecer un plan de control intestinal

Un plan de gestión intestinal es un plan de atención centrado en la persona para gestionar, tratar y prevenir los problemas intestinales. Para establecer un buen plan, tendrás que recopilar información y hacer una evaluación para detectar riesgos, ya que el tratamiento adecuado para la incontinencia fecal de un residente dependerá de la causa subyacente del problema. He aquí algunos factores que hay que tener en cuenta al hacer una evaluación de la incontinencia:

  • Capacidad de ir al baño, cognición y movilidad para garantizar la ayuda adecuada en el momento oportuno.
  • Patrones intestinales y consistencia de las heces, para garantizar una evacuación regular y una consistencia normal.
  • Dieta y hábitos de bebida, para identificar la deshidratación y los riesgos de estreñimiento y diarrea.
  • Estado del cuidado de la piel, para identificar piel frágil y riesgos de problemas cutáneos
  • Medicamentos que podrían tener efectos secundarios en el intestino
  • Otros factores que puedan influir en los hábitos intestinales (es importante averiguar lo que el residente considera hábitos intestinales normales)

Incontinencia y salud de la piel

Cuando la incontinencia intestinal es un problema, el cuidado adecuado de la piel es esencial para evitar la dermatitis asociada a la incontinencia (DAI), un tipo de inflamación cutánea causada por la exposición prolongada a la orina o las heces. Las heces contienen enzimas agresivas y compuestos corrosivos que pueden degradar la piel rápidamente, provocando enrojecimiento, sequedad, picor, hinchazón, ampollas o dolor. El daño deja la piel vulnerable a las infecciones.

Una buena rutina de higiene, diseñada para la frágil piel de los ancianos, puede ayudar a prevenir irritaciones e infecciones cutáneas. Asegúrese de que la piel no está expuesta a las heces más de lo necesario. Cuando se producen accidentes, es importante eliminar las heces con prontitud. Después de cada episodio de incontinencia, utilice la solución cutánea en 3 pasos TENA ProSkin para fomentar la buena salud de la piel y prevenir la DAI.

Consejos prácticos

  • Asegúrese de que el residente vaya al baño cuando sea necesario para evitar el estreñimiento y las pérdidas fecales.
  • Una buena posición en el inodoro con apoyo para los pies facilita el vaciado intestinal.
  • Mantener la piel limpia y seca. Limpie y seque siempre bien las nalgas y entre las piernas cuando cambie las compresas usadas.
  • Utilice productos sin aclarado (por ejemplo, TENA Wash crema) para limpiar, hidratar y proteger la delicada piel que rodea los genitales y la zona perineal.
  • Seca con cuidado. No frotes.
  • Utiliza productos para la incontinencia con una superficie suave y un material transpirable.
  • Aplica una fina capa de crema barrera a la piel "de riesgo" para protegerla de agentes irritantes como la orina, las heces y el sudor. Esto incluye la piel alrededor del estómago.

"TENA Flex son seguras, fáciles de usar y estéticas. Las heces se mantienen en el interior, minimizando enormemente las fugas de heces. Muy prácticas en el ajetreado día a día".

Gerd Johnsen, enfermero especialista en incontinencia fecal y diplomado en gestión sanitaria.

Productos para la incontinencia y pérdidas fecales

Cuando se produce un accidente fecal, las heces entran inevitablemente en contacto con la piel. Como las heces contienen enzimas que descomponen la piel, deben retirarse inmediatamente y limpiar la piel. A la hora de elegir un producto para la incontinencia intestinal, es importante que se adapte a las necesidades individuales. TENA ofrece varios tipos de productos, en distintos tamaños, que pueden adaptarse a las necesidades de cada persona y ayudarle a sentirse segura y protegida.

TENA Flex es conveniente para la incontinencia fecal, especialmente la diarrea, ya que proporciona un ajuste ceñido, cómodo y seguro que evita las pérdidas acuosas. TENA Flex es fácil de colocar y retirar de delante hacia atrás para garantizar que las bacterias fecales no se extiendan a la uretra. En general, los productos deben cambiarse inmediatamente después de un accidente para que la piel no quede expuesta a las heces durante más tiempo del necesario.

Auditado por Josefine Grandin, enfermera de distrito, uroterapeuta, 2022-08-01

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