La incontinencia intestinal, también llamada incontinencia fecal o fuga anal, es la pérdida involuntaria de heces y/o gases. Hay muchas razones por las que puede producirse la incontinencia intestinal. Una evaluación puede ayudar a delimitar las causas y permitir establecer un plan eficaz de prevención y tratamiento.
Causas de la incontinencia intestinal
La incontinencia intestinal puede deberse a muchos factores diferentes. Si el músculo que controla la apertura y cierre del ano está debilitado o dañado, las pérdidas fecales se convierten en un riesgo. Otras afecciones como la diarrea prolongada, el estreñimiento o las lesiones nerviosas también pueden aumentar el riesgo. Las pérdidas fecales se han asociado a enfermedades como la diabetes, la esclerosis múltiple, las hemorroides y la demencia.
El deterioro cognitivo también puede ser un riesgo, ya que puede dificultar recordar el camino al baño, o incluso reconocer la necesidad de ir.
Otros factores pueden ser no beber suficiente líquido durante el día, lo que puede provocar estreñimiento e irritación de la vejiga y provocar sensación de urgencia y pérdidas fecales. La orina bien hidratada es de color amarillo pálido. Una orina oscura o de volumen reducido podría indicar la necesidad de ingerir más líquidos.
Si es necesario tratar el estreñimiento con laxantes, empiece siempre por la medida más suave. Los laxantes deben adaptarse a las necesidades individuales y vigilarse para detectar efectos secundarios como la diarrea.