10 ejemplos de consumo responsable

10 ejemplos de consumo responsable
La solución para muchos problemas medioambientales está en ti, en los pequeños gestos y decisiones que tomas la hora de consumir. Te damos una lista de 10 ejemplos de consumo responsable para que conviertas estos trucos en hábitos y colabores con un planeta más limpio.
¿Eres un consumidor crítico y concienciado con tus necesidades propias y el planeta? ¿Crees en la sostenibilidad? ¿Solo buscas lo mejor entre las cosas que precisas para hacer de tu vida un lugar más apacible? Aquí te ofrecemos algunas claves y trucos para comprar mejor.

Ejemplos de consumo responsable: consume menos, racionaliza tus compras

De acuerdo, es muy tentador tener una compra a un solo clic. Y más cuando ésta se presenta tan suculenta, tan llena de estímulos, con esa oferta que tu cerebro cree que no puedes rechazar. ¿Pero de verdad lo necesitas? 

Piensa que realmente existe una jerarquía del consumo: reducir compras, reutilizar, reciclar. Al final, lo que no compras es lo más sostenible de todo.

Compra con garantías

Suena tópico aquello de que lo barato es dos veces caro, pero muchas veces el tópico esconde la mayor de las verdades. Uno de los mayores ejemplos de consumo responsable es dedicar tiempo a buscar solo lo mejor, ayuda a ahorrarse muchos berrinches y nuevas compras. 

Por ejemplo, usar los productos TENA Men o TENA Mujer te hace ahorrar en otros inútiles trucos caseros o en productos menos efectivos, y que por tanto deberías reponer mucho antes. Es decir, con TENA Men y TENA Mujer gastarás menos. Y solo por eso, es más sostenible

Vigila lo que compras para comer

Sí, los ejemplos de consumo responsable y sostenible también tiene que ver con la alimentación. No es solo una mejora de la calidad de vida, algo en lo que urge pensar especialmente a partir de los 50 años, sino que nos hace más sostenibles y racionales.

Piensa que más del 30 por ciento del suministro de alimentos se desperdicia, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Así que compra solo lo que vayas a comer y ya estarás reduciendo las emisiones de carbono. Y, obviamente, menos desperdicio de alimentos significa menos dinero tirado.

Por cierto, que una dieta rica en verduras no solo es más sostenible, sino que ayuda a mantener sano el corazón o a mitigar los efectos de la incontinencia, entro otros beneficios.

Compra producto de proximidad para hacer consumo responsable

Seguro que has oído hablar de los productos kilometro cero. La característica principal de estos es la distancia que hay desde su lugar de producción o recolección hasta el punto de venta, por lo que los niveles de contaminación relacionados del transporte son muy bajos

Estos productos además de tener un recorrido menor a 100 kilómetro de distancia hasta su punto de venta, tienen que cumplir una serie de medidas de protección medioambientales, como no utilizar productos químicos o artificiales. Cuida el planeta y de tu entorno  cuidándote a ti.

Compras grandes, cantidades de imperecederos

Piénsalo bien: comprar cosas a granel va a reducir el consumo de materiales utilizados para envasar o consumir. Si tienes espacio para almacenar y eres previsor, ni lo dudes.

Otros ejemplos de consumo responsable: repara lo que ya tienes

¿Por qué cambiar de ordenador o teléfono cuando todavía funcionan? Igual todo lo que necesitas es una limpieza a fondo que te recupere el sistema. Y eso, lo mires por donde lo mires, es más sostenible, barato y sensato que invertir en otro producto nuevo.

Piensa bien esto antes de comprar: ¿Lo necesito o simplemente lo deseo? 

Lee las etiquetas

Cada vez son más las tiendas que ofrecen información online de sus productos, ya sea ropa, alimentos o empapadores. Lee las etiquetas, mira la composición, su lugar de procedencia, observa su caducidad, evalúa las críticas… Todo cuenta.

Vive de forma sostenible

Una forma de involucrar a los tuyos (y también a ti mismo) en el consumo crítico, sostenible y responsable es vivir de esa misma manera. Fomenta entre los tuyos ese estilo de vida, permanece atento a las noticias que salgan y comentadlas en familia para darles ejemplos de consumo responsable fáciles de imitar.

Experimenta el valor de la fidelidad

Si das con el producto que es bueno, rentable, sostenible y saludable, ¿por qué cambiar? No tiene sentido. No hay mayor ejemplo de consumo responsable que experimentar el valor de marca y fidelidad. Nunca está de más comparar. Y cuando consigas la satisfacción, quédate con ella para siempre.

Sé consciente: la sostenibilidad es salud

No es solo cuestión de ahorro y concienciación sobre el planeta, algo de por sí maravilloso, sino que ser sostenible también es tener salud. Eliminar productos químicos de nuestra cesta de la compra o comprar productos más naturales repercuten directamente en nuestra salud.

con estos ejemplos de consumo responsable, siempre que te esfuerzes por el consumo sostenible y racional, estarás sumando para el cambio mientras tu entorno se llena de hábitos de vida más saludables.

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