La infección del tracto inferior es el tipo más habitual de ITU, cuando las bacterias infectan la uretra y la vejiga. Las cepas muy virulentas, si no se tratan, pueden propagarse a los uréteres y los riñones, causando una ITU superior. Los síntomas empeorarán considerablemente, con dolor de espalda, náuseas y fiebre, por ejemplo. Una infección del riñón es grave y puede dañar los riñones o incluso provocar insuficiencia renal. Si no recibe tratamiento, además puede desembocar en una urosepsis, que se produce cuando la infección penetra en el torrente sanguíneo. Esta afección requiere cuidados intensivos.