En el vídeo anterior, Susan Iliefski Janols, vicepresidenta de sostenibilidad de productos y servicios, explica cómo trabajamos con las evaluaciones del ciclo de vida, desde que empezamos a utilizarlas a principios de los 90 hasta lo que significa para nuestras operaciones diarias y a largo plazo.
Estas son algunas de las conclusiones clave:
- La evaluación del ciclo de vida (LCA) es la única herramienta que mide el impacto medioambiental total de un producto a lo largo de todo su ciclo de vida: desde la producción de los materiales y los productos, hasta el transporte, el uso y la circularidad tras el uso.
- Una LCA para una innovación se basa en la misma ciencia y normas que la de un surtido, pero la LCA del surtido abarca todos los productos que se venden en una región durante un periodo de tiempo. Esto significa que las innovaciones se incluyen con las mejoras graduales en la producción diaria.
- Las LCA nos permiten pensar cómo diseñamos y desarrollamos productos de calidad con una huella de carbono mínima, por ejemplo, creando diseños más inteligentes, con materiales de calidad superior y minimizando los residuos.
- El resultado de una LCA puede comunicarse a través de una Declaración Ambiental de Producto (DAP), una verificación independiente que muestra información medioambiental acerca de un producto, en base a su ciclo de vida completo. Las DAP de la mayor parte de los productos TENA están disponibles en el sitio web de EPD International.