Un hogar seguro para las personas mayores

Si cuidas de un ser querido, tú, más que nadie, puedes ayudarle a conservar la movilidad. Es importante porque la movilidad los ayuda a disfrutar de más independencia.

Pasar tiempo con esa persona en su casa o en la tuya te permite detectar riesgos e impedir que se produzcan accidentes que puedan poner en peligro su movilidad. Te ayudamos a abordar este tema.

En primer lugar, ten en cuenta si padece cualquiera de las siguientes afecciones:

Problemas de movilidad
Problemas de equilibrio
Trastorno de la función motora
Problemas de visión
Demencia, confusión u otras limitaciones mentales

Si tu ser querido tiene una de las dolencias anteriores, ponte en su lugar. Intenta moverte por su casa igual que esa persona. Comprueba los suelos, la moqueta y las alfombras: ¿resbalan? Sube las escaleras que utiliza tu ser querido. Pregúntate si sus zapatos o zapatillas agarran bien. ¿El pasamanos es resistente? ¿Le resulta fácil llegar al baño? ¿Es seguro que entre o salga de la bañera o la ducha sin ayuda?

El peligro número uno

Caerse es el mayor peligro para la movilidad de una persona mayor. Las caídas pueden provocar fácilmente la fractura de un hueso, moratones y un miedo constante de volver a caerse. Los huesos de las personas mayores se fracturan con más facilidad que los de los jóvenes, tardan más en curarse y la recuperación no es completa. Las caídas son una de las principales causas de lesiones graves, sobre todo si se producen en la cocina o las escaleras, por eso es mejor evitarlas. Si tu ser querido pierde la movilidad, la supone un gran reto porque puede que necesite ayuda para ir al baño.

¿Qué puede hacer?

Realiza los cambios necesarios en la casa de tu ser querido para reducir el riesgo de caídas. Compra e instala los productos y servicios adecuados que le permitan moverse de manera cómoda y segura.

Descarga la lista de comprobación de TENA sobre seguridad en el hogar (PDF) para ver una guía completa sobre cómo evitar las caídas en casa.