Es muy frecuente que sufras pérdidas de orina durante tu embarazo, por factores hormonales y fisiológicos. Tu bebé crece y ejerce presión sobre la vejiga por lo que tendrás más necesidad de acudir al baño y con más frecuencia.
También te contamos que esta puede perdurar un tiempo después del parto. Por eso en TENA te recomendamos que ejercites los músculos de tu suelo pélvico y no tengas ningún reparo en utilizar absorbentes específicos para las pérdidas de orina.