¿Estás embarazada? Disfruta de esta etapa sin que las pérdidas de orina te lo impidan

Durante el embarazo es frecuente que sufras pérdidas orinas. ¡Es algo absolutamente normal en tu estado y no tienes por qué preocuparte! Te explicamos las causas:
  1. Durante el embarazo, el volumen sanguíneo aumenta gradualmente. Los riñones producen más orina y necesitas ir al baño con más frecuencia. El feto crece y el útero se expande, ejerciendo presión sobre la vejiga. 

  2. Las hormonas que preparan los ligamentos y las articulaciones para el parto debilitan los músculos que controlan el flujo de orina. También es frecuente que padezcas durante el embarazo y tras el parto. Las heces retenidas ejercen aún más presión en el suelo pélvico y la vejiga. Esto afecta al soporte que rodea al tracto urinario, aumentando la posibilidad de que se produzcan pequeñas pérdidas. 

  3. La retención de líquidos en pies y piernas durante el día vuelve al torrente sanguíneo cuando duermes, así que es posible que tengas que levantarte una o varias veces a orinar durante la noche. 

  4. También puedes sufrir lo que se denomina incontinencia urinaria de esfuerzo. Se produce cuando sufres una pequeña pérdida por el aumento de presión en la vejiga, como cuando te ríes, toses o estornudas. Es bastante frecuente, así que no debes preocuparte. 

¿Solo se trata de orina y por cuánto tiempo?

Las pérdidas de fluidos que se producen en el embarazo suelen ser de orina. Si pones un protegeslip en tu ropa interior y el fluido tiene un color amarillento, seguramente sea orina. Si te preocupa que pueda tratarse de fluido amniótico, ponte en contacto con tu médico o matrona: un examen rápido determinará si va todo bien y te quedarás más tranquila.
 
Por lo general, las pérdidas de orina se producen durante las últimas fases del embarazo y las primeras semanas después del parto. 
 
Durante tu embarazo, tus órganos internos, incluidos la vejiga y la uretra, se han movido para dejar espacio a tu hijo. Los músculos del suelo pélvico que sostienen la uretra, la vejiga y el ano se estiran y distienden en todas direcciones. 
 
Si durante el parto tienes que apretar mucho para posibilitar la salida de tu hijo, estos esfuerzos repercuten en el suelo pélvico. Es muy normal tener episodios esporádicos de durante un período de tiempo más largo. ¡Ten paciencia! Tu cuerpo necesita readaptarse después del parto. Ahora bien, si sospechas que tienes un problema de vejiga más grave, es conveniente que hables con tu médico.  

Cuatro consejos para reducir tus pérdidas de orina

1. Fortalece el suelo pélvico
 
Un suelo pélvico fuerte puede reducir el riesgo de sufrir .
 
Y adopta estos ejercicios como una rutina diaria que te resultará útil a lo largo de tu vida, porque te permitirán incrementar la calidad de tus relaciones sexuales y, cuando llegue la , sus efectos serán menores en tu cuerpo, especialmente en los órganos directamente relacionados con la incontinencia urinaria.
 
Si acabas de dar a luz, es conveniente que empieces a hacerlos acostada para evitar ejercer más presión sobre la zona pélvica. Pero, con el tiempo, podrás practicarlos en cualquier lugar. ¡Incluso cuando conduces, vas en autobús o en tu lugar de trabajo! 
 
2. Tómate tu tiempo en el baño
 
¡Eso nos pasa a todas! A veces, con el estrés, puede resultar tentador acelerar nuestro paso por el baño. No es una buena idea dado que dejar una pequeña cantidad de orina en la vejiga aumenta el riesgo de contraer infecciones urinarias. 
 
Por eso hay que procurar vaciar la vejiga totalmente. Un buen truco es inclinarse en el asiento del inodoro. Es la postura del cuerpo más eficaz. 
 
3. Procura espaciar las visitas al aseo
 
Durante las últimas fases del embarazo, la vejiga retiene menos orina porque el feto ocupa más espacio. Como es natural, tras el parto, tiene que volver a acostumbrarse a retener más cantidad. 
 
Por norma general, se debe orinar entre cuatro y ocho veces al día o cada cuatro o seis horas. La vejiga tiene una capacidad media de aproximadamente 300-500 ml, así que, si orinas menos cantidad, procura espaciar las visitas al baño. Es una buena forma de aumentar la cantidad de orina que puede retener la vejiga y al mismo tiempo ejercitarás los .
 
4. No intentes beber menos agua
 
Es la conclusión más lógica del mundo: orino muy a menudo, así que beberé menos agua. ¡No nos cansamos de recalcar lo erróneo de esta afirmación! Aunque tengas dificultades para controlar la vejiga, nunca reduzcas la cantidad de agua que bebes, sobre todo si estás dando el pecho. 
 
Reducir la ingesta de líquido puede causar deshidratación y provocar que la orina esté más concentrada. Esto puede irritar la vejiga y fomentar las ganas de ir al baño incluso cuando la vejiga no está llena. 
 
Así que mantente bien hidratada: beber agua ayuda a la digestión, evita el y mantiene la salud de la orina, lo cual reduce el riesgo de contraer infecciones de la vejiga o el tracto urinario.

¿Por qué usar protegeslips normales si hay una alternativa mejor?

Puede que en un primer momento decidas utilizar un protegeslip normal. Son prácticos y seguramente tendrás alguno en casa o en el bolso, pero recuerda que no están específicamente diseñados para tratar las pérdidas de orina. 
 
En cambio, la gama de TENA Discreet, sí que lo está. Nuestros productos ofrecen triple protección frente a las perdidas, el olor y la humedad, y gracias a nuestra exclusiva tecnología microPROTEX™ son superabsorbentes. Además, pese a su calidad superior, no son más grandes que una compresa normal. 
 
Consulta nuestra gama de productos y descubre cuál de ellos se adapta más a tus necesidades.

Descubre como reducir tus pérdidas de orina durante el embarazo