Incorpora los ejercicios de Kegel a tus rutinas diarias

El suelo pélvico soporta los órganos que se localizan en la pelvis como la vejiga, el cérvix, los intestinos, el recto, la uretra, el útero y la vagina. Por ello, el fortalecimiento de sus músculos es la solución a muchos de los efectos relacionados con la y con diferentes sucesos que ocurren especialmente a las mujeres, a lo largo de su vida, como:

  • Parto 
  • Menopausia
  • Intervención quirúrgica ginecológica
  • Aumento de peso
Los expertos recomiendan que todas las mujeres, de cualquier edad, incorporen esta rutina porque es fácil, requiere tan solo de unos minutos al día y contribuye a mejorar su calidad de vida. Y lo mejor de todo es que pueden realizarse en cualquier lugar y a cualquier hora.

¿Y cómo sabemos qué músculos son los correctos?

Los ejercicios de Kegel consisten en fingir que se va a orinar y contenerse. Es una forma de relajar los músculos que controlan el flujo de la orina y contraerlos para su fortalecimiento.
 
Así se relajan y se contraen los músculos que controlan el flujo de orina y es importante conocer que son los correctos. En el caso concreto de las mujeres, sentirás que se ponen firmes los músculos de la vagina, de la vejiga y del ano.
 
Es importante que el resto del cuerpo se mantenga relajado y se realicen respiraciones profundas durante la práctica de los ejercicios. No se debe apretar el estómago, los muslos, los glúteos ni los músculos del pecho. 
 
Además, tensionar demasiado los músculos de la vagina puede provocar dolor a la hora de mantener relaciones sexuales.
 
Pero mejor te lo explicamos por pasos:
 
  1. Comienza a realizar estos ejercicios tumbada. Te resultará más fácil realizar las contracciones. Cuando ya hayas cogido práctica puedes hacerlo sentada.

  2. Contrae los músculos que se encuentran alrededor del recto. A continuación, realiza la misma contracción en las zonas de la vagina y la uretra.

    Y mantente así, como si estuvieras reteniendo algo dentro de tu vagina durante dos segundos para relajarlos durante otros dos segundos. Repítelo tantas veces como puedas. 

Diferentes tipos de contracción

Existen diferentes tipos de contracción que debes tener en cuenta para que los ejercicios sean efectivos:

  • Contracción de fuerza.
    Contrae todos los tan fuerte como puedas manteniéndolo durante cinco segundos. Relaja durante otros cinco segundos. Repite esta operación entre 5 y 10 veces.

  • Contracción de resistencia.
    Realiza una contracción media durante el mayor tiempo posible, preferiblemente 60 segundos. Este ejercicio es recomendable que lo realices al final de cada sesión de las contracciones de fuerza.

  • Contracciones rápidas.
    Contrae lo más fuerte que puedas durante dos segundos. Relaja durante otros dos segundos y repítelo entre 5 y 10 veces al día, o cuando sientas que vas a estornudar, a toser o a reírte.
Ten en cuenta que los efectos no son inmediatos. ¡Se constante! Y comenzarás a notar mejoría a partir de las cuatro o seis semanas, según la propia situación de tu suelo pélvico.

Infórmate sobre cómo combatir la incontinencia urinaria