Ejercita tu suelo pélvico para evitar la incontinencia urinaria

Es perfectamente normal que tengas pérdidas de orina durante el embarazo. En otros artículos te hemos explicado las causas que las provocan y te hemos ofrecido algunas pautas para evitarlas.  Y también te hemos recomendado cómo evitar esos momentos en los que sientes la pérdida de orina y el primer pensamiento que te viene a la cabeza es “tierra trágame”.
 
Pero, quizá la mejor recomendación que desde TENA te hacemos, ahora y durante el resto de tu vida es fortalecer el suelo pélvico. Bastan cinco minutos al día para incorporar a tus rutinas los ejercicios de Kegel.
 
Los órganos de tu cuerpo que se localizan en el suelo pélvico se mueven para dejar espacio al feto, lo que provoca un estiramiento de los músculos que lo sostienen. Esta circunstancia junto con una mayor liberación de progesterona -la hormona que segrega tu cuerpo para relajar tus músculos de cara al parto-, dificulta que puedas mantener tonificados estos músculos. ¿Las consecuencias? Pérdidas leves de orina y la necesidad urgente de orinar.
 
Durante el embarazo, la mejor forma de relajarse y de que este entrenamiento sea más efectivo es tumbarse de lado. Esta postura te permitirá concentrarte en fortalecer estos músculos, además de evitar la dificultad que añade la gravedad, especialmente si te encuentras en tu tercer trimestre.
 
Siempre es bueno saber que puedes contar con TENA Discreet para ofrecerte protección y discreción cuando necesitas un poco de ayuda extra.

Y después del parto…

La prioridad en las primeras semanas es bajar la hinchazón para que te sientas más cómoda, estimular el flujo sanguíneo para que llegue a tu pelvis y empezar a recordar a los músculos lo que tienen que hacer.  
 
Durante la primera o segunda semana después del parto, notarás que orinas con mucha más frecuencia, principalmente porque estás eliminando el exceso de líquido que retuviste durante el embarazo. 
 
Aunque te hayas tomado en serio lo de ejercitar el suelo pélvico mientras estabas embarazada, no todo vuelve a su sitio de manera inmediata. Intenta hacer los ejercicios cuando estás sentada dándole el pecho a tu bebé o cuando le cojas en brazos. 
 
Comienza con contracciones suaves del suelo pélvico porque aún puedes sentirte dolorida tras el parto.  Lo importante es no dejar de entrenar, volver a establecer la conexión entre tu cerebro y el suelo pélvico. Porque… ¡Pueden transcurrir hasta tres meses antes de comiences a sentir leves mejoras! Si ves que, transcurrido este tiempo, los ejercicios no funcionan, coméntaselo a tu médico o fisioterapeuta.
 
Tras el parto, además de dedicar las 24 horas de tu día a tu bebé, sientes que tu cuerpo no es el mismo. No tienes ni tiempo ni ganas de practicar tu ejercicio físico favorito, y persisten secuelas como la urinaria e incluso intestinal -esta última consecuencia puede producirse con más frecuencia tras una cesárea-.
 
¡No desfallezcas! Porque necesitas:
  • Ejercitar los para recuperar su fuerza y tonificarlos

  • Mantener la vejiga y el ano adecuadamente cerrados

  • Y recuperar los abdominales que se han distendido y cuya fuerza necesitas recuperar para que, al coger a tu bebé, puedas valerte de ellos sin presionar la espalda o la vejiga. 
 
Intenta hacer 10 contracciones rápidas y 10 contracciones aguantando lentamente tres veces al día. Después de cada toma, mueve el cuerpo, especialmente la espina dorsal, haciendo estiramientos hacia los lados y arqueando la espalda hacia atrás para compensar las inclinaciones que haces para cuidar de tu bebé.  Una vez al día, dedica 10 minutos para centrarte en conectar con tus abdominales.
 
En ocasiones los músculos están tensos o sufren espasmos y un viejo tejido cicatrizado puede resultar incómodo. Si los músculos del suelo pélvico están muy debilitados, hay kits de estimulación interna o biofeedback que puedes utilizar para que tu cerebro localice correctamente dichos músculos.  
 
Y si te sientes vulnerable a causa de las pérdidas de orina, ¡No te encierres en casa! Es una etapa en la que necesitas sentir el apoyo de tu entorno y disfrutar de los momentos que la crianza de tu bebé te permitan.
 
Utiliza protegeslips específicos para escapes de orina. Te sentirás más segura porque utilizan la misma tecnología que la de los pañales de bebé, con pequeñas perlas de gel que se expanden con el líquido y alejan la humedad de la piel y controlan el mal olor.

Descubre como reducir tus pérdidas de orina durante el embarazo