Te sientes agotada, sin ganas de nada y, sin embargo, te asalta el remordimiento de que tienes mucho que hacer y no puedes con tu cuerpo. Esta es la sensación que muchas mujeres experimentan durante las distintas fases de la .
Se acerca el final de tu periodo fértil, aparece la incertidumbre y surge esta pregunta ¿Voy a sentirme así a partir de ahora y para siempre?
Los cambios hormonales que experimenta tu cuerpo son los principales responsables de tu decaimiento físico y, como veremos en otros artículos, de tus constantes cambios de humor, de fatiga mental y de baja autoestima.
Para tu tranquilidad, te explicamos que es muy frecuente que se manifiesten sentimientos de ansiedad, porque la disminución de estrógenos también provoca una caída en la producción natural de la serotonina, una sustancia química que proporciona sensación de bienestar y de felicidad. Una baja concentración de serotonina suele asociarse a la aparición de la depresión.
Causas de decaimiento físico
Los efectos físicos de la como el aumento de peso, la dificultad para conciliar el sueño, los sofocos, los dolores de cabeza y la rigidez articular, sin duda, contribuyen en tu estado físico y anímico.
Para evitar las consecuencias de toda la sintomatología que conlleva la menopausia, en sus tres fases -perimenopausia, menopausia y posmenopausia-, es necesario que comiences a modificar tus hábitos de vida. El descanso es fundamental, así como una dieta equilibrada y la práctica de algún tipo de ejercicio. Te ayudarán, si no a eliminar, sí a reducir todo lo que te está ocurriendo a nivel físico y mental y que tanto te abruma.
Esta sensación de cansancio puede focalizarse en determinadas partes de tu cuerpo. Es muy frecuente en algunas mujeres que sientan sus piernas cansadas o hinchadas e incluso que experimenten calambres. Esto sucede debido a la pérdida del tono muscular. Puedes combatirlo estimulando la circulación de la sangre, elevando tus piernas, dándote duchas de agua tibia y utilizando un calzado adecuado y medias de compresión que te ayudarán a sobrellevar este cansancio.
El dolor de cabeza es otro síntoma recurrente, y que irremediablemente va ligado al estrés, a tus preocupaciones cotidianas y al abatimiento o irritabilidad provocados por los cambios hormonales. Éstos pueden afectar al funcionamiento de los vasos sanguíneos e influir en el sistema nervioso. Cuantos menos estrógenos tiene tu organismo, más se reduce la glucosa y puede llegar a impedir que llegue suficiente oxígeno a las células de tu cuerpo. La aparición de urinaria, sin duda, se convierte en una preocupación más que debes afrontar.
Te ayudamos a combatir tu decaimiento
Para empezar, ¡No te aísles y mantén la confianza en ti misma! Todas las mujeres pasarán por esta etapa de su vida, y los expertos recomiendan compartir con tus amigas cómo te sientes. Eso sí, siempre ten en cuenta que la no es nunca igual para todas. El hecho de que otras lo hayan pasado mal no significa que te vaya a ocurrir así y viceversa. Sin embargo, es bueno que conozcas qué te va a ocurrir, por qué y cómo puedes minimizar los efectos.
Por eso, en TENA apostamos por la información, poque es la mejor forma de eliminar la incertidumbre y de afrontar la menopausia con el optimismo de que, más tarde o más temprano los síntomas desaparecerán y te adentrarás en una nueva etapa de tu vida en la que, quizá tengas más tiempo para disfrutar de ti misma, y de ver la vida con la serenidad que aporta la madurez.
Y para que la esta transición te resulte más cómoda, ahí van algunas recomendaciones:
- Intentar dormir más , aunque la menopausia genera dificultad para conciliar el sueño
- Evita el café, el té, los refrescos o las bebidas energéticas seis horas antes de acostarte. Así también evitarás despertarte por la noche con mucha frecuencia con necesidad de orinar (nicturia).
- Si eres fumadora, es buen momento para que abandones este hábito.
- Reduce tu estrés, en la medida de tus posibilidades
- Una dieta sana y equilibrada te ayudará a sentirte mejor
- Mantén tus niveles de azúcar en sangre para evitar mareos
- ¿Te has planteado la meditación? Si te atreves, puede ayudarte, y mucho, a sentirte mejor.
¿Y qué hago con la incontinencia urinaria?
Los cambios en la vejiga pueden ser el desencadenante de la incontinencia urinaria y de que comiences a tener pequeñas fugas, sobre todo al realizar algún tipo de esfuerzo, al reírte o al estornudar. Pero en ningún momento esto te impedirá llevar una vida normal. En TENA trabajamos para diseñar productos absorbentes, que se adecuarán a tus necesidades y a tus niveles de pérdida. ¡La vida no se para y hay que disfrutarla!
