En ocasiones, puede que nuestros familiares necesiten un poco más de ayuda práctica y cuidado, quizá a causa de una enfermedad o discapacidad persistente. Estos son algunos ejemplos de las funciones y responsabilidades de cuidado que necesitan personas con necesidades de nivel medio:
Proporciónale una dieta nutritiva
Puede que necesites ayudar a tu ser querido a que tenga una dieta óptima y nutritiva. Esto no solo implica la preparación de los alimentos, ya que la hora de comer es mucho más que simplemente alimentarse. También puedes aprovechar para socializar, hablar, compartir historias y pasar un buen rato. ¿Por qué no invitas a otros miembros de la familia y amigos para que coman con vosotros? Socializar con otras personas aumenta la sensación de conexión.
Controla su ingesta de líquidos
Es importante garantizar que la persona de la que cuidas esté bien hidratada. Una orina demasiado concentrada puede irritar la vejiga, y la deshidratación aumenta el riesgo de tener la presión arterial baja y sufrir caídas. Las señales de advertencia de que una persona está deshidratada son la orina de color oscuro, expulsar poca cantidad de orina, boca seca, piel seca y sensación de cansancio o mareo. Anima a tu ser querido a beber siempre que tenga sed. Además, es conveniente que beba durante las comidas, ofrécele bebidas de tipo social (por ejemplo, tomar una taza de té juntos) y prepárale comidas con un alto contenido de agua (como sopa, gelatina o frutas como el melón).
Si tu ser querido tiene que orinar con frecuencia por la noche, prueba a reducir la ingesta de líquidos entre dos y cuatro horas antes de acostarse.
Fomenta una buena higiene
La higiene personal es importante en cualquier rutina diaria. Puede que la persona de la que cuidas pueda hacerlo por sí misma y asearse sin ayuda, o quizá con un poco de asistencia de tu parte. ¡Eso es bueno! Anímale a que siga siendo así y se asee por su cuenta siempre que pueda. Es buena idea que, de vez en cuando, eches un vistazo para comprobar si necesita ayuda.
Ayúdale con el cuidado de la piel
Cuando nos hacemos mayores, la piel también envejece. Se vuelve más frágil y seca. Las personas mayores necesitan una rutina de higiene especial, diseñada para su delicada piel. Rascarse la piel seca puede alterar la barrera cutánea y provocar infecciones. Por lo tanto, es conveniente que tu ser querido se hidrate la piel de todo el cuerpo, o le ayudes a hacerlo, como parte de su rutina diaria. Utiliza una crema hidratante para pieles delicadas para suavizar la piel seca y mantener su pH natural.