
El nivel de ayuda que necesita el ser querido al que cuidas depende tanto de su estado físico como de su salud mental. Es posible que te hayas dado cuenta de que él o ella ya no es capaz de realizar tantas actividades como antes. A veces olvida cosas, evita ir al baño o tiene cambios de humor evidentes. Si eres cuidador de una persona que presenta estos síntomas, esta información es para ti. Aquí encontrarás consejos prácticos sobre la mejor forma de cuidar a un ser querido con discapacidad mental incontinente. No obstante, en este caso también te recomendamos que consultes a un especialista.
Compartir rutinas
Seguir una rutina establecida ayuda a las personas con discapacidad psíquica a sentirse más seguras, especialmente cuando se trata de aceptar ayuda para abordar la . Puedes ayudar a tu ser querido a disminuir su ansiedad y mostrarse más relajado si estableces la tarea del cambio de absorbentes todos los días, a horas concretas. Diciendo y haciendo las mismas cosas mientras le cambias, conseguirás que aprenda a esperar y a entender dónde encaja este momento, entre las comidas, después de la siesta o antes de ver la televisión, por ejemplo.
Si alguna vez tienes que delegar tus tareas de cuidado en otra persona, sería conveniente que quien te sustituya se ciña a tu rutina. Si tu sustituto sigue haciendo lo mismo que tú, a la misma hora y en el mismo entorno, tu ser querido se sentirá menos incómodo.
Crear el entorno adecuado
Esto varía en función del estado y la situación de la persona a la que asistas. Si puede ir sola al baño, asegúrate de que el camino esté libre de obstáculos. Intenta crear un entorno lo más seguro posible, gracias a la instalación de los productos y dispositivos de seguridad más adecuados. El objetivo es asegurarse de que tu ser querido utiliza el espacio disponible de forma cómoda y segura. Te mostramos algunos de los aspectos que debes priorizar:
Examina el suelo de todas las habitaciones por las que pueda pasar tu ser querido. ¿Son resbaladizos? ¿Suponen un riesgo? Si la respuesta es afirmativa...
- Coloca perfiles antideslizantes en las alfombras
- Instala barras de sujeción en aquellos lugares donde tu ser querido podría necesitarlas: junto al inodoro, en la ducha o sobre la bañera.
- Coloca un cartel bien visible en la puerta del baño para que tu ser querido sepa identificarlo. Si es necesario, sustituye el asiento tradicional del inodoro por otro de colores vivos para que sea más visible; y en caso de movilidad reducida utiliza soportes de alza.
- Coloca una papelera con tapa, en el cuarto de baño o junto a la cama, para desechar los absorbentes utilizados.
- Apuesta por ropa cómoda y fácil de quitar para vestir a tu ser querido: faldas sueltas, pantalones con cordón, en definitiva prendas con las que ellos se sentirán más autónomos y a ti te facilitaran tu trabajo.
Para leer más consejos prácticos sobre la seguridad del ser querido al que cuidas, incluido cómo levantarlo y moverlo, visita las secciones Seguridad en el hogar y Ergonomía.
La importancia de la higiene
La higiene personal es un aspecto importante de la rutina diaria de todos, y especialmente de aquellas personas que sufren . Sin embargo, las cosas se complican cuando eres cuidador de una persona con signos evidentes de deterioro físico y mental.
Las personas con demencia pueden mostrarse menos colaboradoras y más hostiles a los cambios. Por ello, garantizar una higiene personal adecuada a la persona que cuidas puede requerir mucha paciencia. Además de tener que hablar con ella durante un buen rato para convencerla, asearla puede llevar aún más tiempo.
Cuidado con la piel de las personas mayores
Como sabes, en la vejez nuestra piel se vuelve más frágil y se daña con mayor facilidad. Por eso requiere cuidados especiales y rutinas de higiene suaves que ayuden a prevenir infecciones e irritaciones. Esto es especialmente cierto cuando tu ser querido sufre , ya que la orina y las heces pueden dañar la piel. En el caso de las personas mayores, una buena higiene no sólo ayuda a mantener la piel sana, sino que también contribuye a relajarlas, haciéndolas sentir más sanas, limpias, frescas y cómodas. Sin duda, se trata de sensaciones que incluso permiten aumentar su a autoestima.
El cuidado de la piel consta de tres pasos: limpieza, regeneración y protección. Para conocer la gama de productos especialmente diseñados para la frágil piel de las personas mayores, explora la línea de higiene de TENA.