El envejecimiento y la mente

Volverse olvidadizo

¿A la persona de la que cuidas le falla la memoria, está aturdida o incluso se muestra poco razonable? Por suerte, si ese es el caso de tu ser querido, existen multitud de cosas que puedes hacer para ayudarle y ofrecerle apoyo.
 
Si quieres cuidar bien de tu ser querido, es conveniente conocer su estado de salud mental general. En función de si es consciente de su situación, es posible que tu papel de cuidador no sea tan sencillo como pensabas. Si sufre demencia o alzhéimer, quizá prefieras tener a alguien que te ayude con las mudas y el aseo personal.
 
A continuación, encontrarás algunos consejos sobre cómo puedes ayudar a un ser querido que no es capaz de pensar o expresarse con claridad.
Reconocer los síntomas
Puede que la persona de la que cuidas muestre signos de querer ir al baño. Por ejemplo, puede mostrar inquietud, tirar de la ropa o levantarse y sentarse. Estate atento en todo momento. Familiarízate con su comportamiento para poder reconocer cuándo necesita tu ayuda.
Establecer hábitos frecuentes
Es importante estar preparado para el momento en que tu ser querido necesite ir al baño. De este modo se sentirá tranquilo y cómodo, y tu papel de cuidador resultará más sencillo. Disponer del producto para la adecuado es un buen punto de partida. También puede servir de ayuda animarle a adquirir hábitos frecuentes para ir al baño. Ser consciente de su necesidad de ir al aseo conservará su autoestima.
Planificar con antelación
Tener los productos adecuados a mano facilitará tu labor de cuidador. Una buena preparación hará que te resulte más fácil que tu ser querido se sienta limpio y cómodo. Es conveniente disponer de un kit con productos para la , , bolsas herméticas y una muda extra de ropa para que puedas ayudar a tu ser querido siempre que sea necesario. Si tienes pensado pasar el día fuera con tu ser querido, recuerda planificar qué aseo puede utilizar o en qué lugar puedes limpiarle y cambiarle.
Ofrecer asistencia
Si tu ser querido sufre de un estado más avanzado de , puedes ayudarle cuando necesite ir al baño. Anímale a que vaya al aseo con tu ayuda. Haz una valoración y planifica en qué momentos es mejor ir al baño en caso necesario. Una vez que hayas establecido los horarios, cumple el plan y acompáñale al baño a las mismas horas cada día.
 
De este modo crearás hábitos regulares y posiblemente se reduzcan los episodios de incontinencia.