Los “superalimentos” que ya tienes en tu nevera

Semillas de chía, quinoa, kale, aguacate... los superalimentos están de moda gracias a sus altos niveles de nutrientes beneficiosos para el organismo, pero su precio es alto. Tenemos buenas noticias: existen alternativas igual de sanas para tu cuerpo y más baratas. De hecho, seguramente llevan en tu nevera y en tu dieta toda la vida. ¿Cuáles son?

La moda de los superalimentos ha pegado fuerte, pero ya son muchos los expertos que se cuestionan si sus propiedades son tan milagrosas como nos cuentan. En principio, su potencial nutritivo es muy alto, gracias a sus niveles elevados de antioxidantes, vitaminas o minerales. Así, nos proporcionan energía, refuerzan nuestro sistema inmunitario y pueden ayudarnos a prevenir algunas enfermedades. Pero, como advierten los especialistas, no las curan.

En cualquier caso, su buena fama (a la par que su expansión por todo Instagram) y su origen exótico han hecho que su demanda se eleve, aumentando también su precio. Sin embargo, sus cualidades y su concentración de sustancias saludables pueden encontrarse en otras comidas, más asequibles e incorporadas plenamente a tu día a día. Seguramente, llevas toda tu vida comiendo superalimentos... ¡y no lo sabías! Compruébalo consultando la siguiente lista. 

Lista de superalimentos

Aguacate: Presente en todas las tostadas y ensaladas este verano, su alternativa son las espinacas. Contienen fibra y vitamina C, si bien el aguacate, además, lleva en sus grasas ácidos omega 3.

Kale: Vitamina C y fibra son sus principales virtudes, las mismas que las del brócoli. También el tomate cuenta con estas propiedades; además, es bajo en grasas saturadas y posee capacidades antioxidantes gracias al licopeno, una sustancia bioactiva que le da su color rojo. Por cierto, si buscas fibra y antioxidantes, el chocolate negro es otro de tus aliados.

Semillas de chía: Sus ácidos grasos omega 3 son muy beneficiosos para la salud, pero sardinas o salmón ofrecen más posibilidades para ser cocinados, ¿verdad? Si lo haces con aceite de oliva, el resultado se multiplica... y es mucho más sabroso. Asimismo, puedes reemplazar la chía por semillas de sésamo: también cuentan con fibra (aunque en menor proporción) y aumentan los niveles sanguíneos de antioxidantes, reducen el colesterol malo y regulan el ritmo cardíaco, la presión arterial y el azúcar en la sangre.

Bayas de goji: La frambuesa y el  kiwi contienen igualmente vitaminas C y E, potasio y magnesio. Otra posibilidad son los arándanos, que proporcionan un nivel de inmunidad similar al organismo y previenen las infecciones del tracto urinario, los resfriados y la gripe.

Quinoa: Sustitúyela por lentejas, garbanzos o nueces: todos estos productos están libres de gluten y te aportan zinc, hierro y grasas “buenas”. Además, las legumbres tienen un equilibrio óptimo entre carbohidratos ricos en fibra y proteínas de origen vegetal: ayudarán a mantener sano tu sistema digestivo. Sus aminoácidos son esenciales para la reparación de tejidos.

En cualquier caso, ten en cuenta que ningún superalimento, por sí solo, te dará todos los nutrientes que necesitas: has de llevar una dieta sana y equilibrada... y la mediterránea, como estarás imaginando, es ideal.

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