- Desarrolla la respuesta motora.
- Aumenta la coordinación.
- Garantiza la estabilidad estática y dinámica.
- Fortalece músculos y articulaciones.
- Previene y rehabilita lesiones.
- Mejora el rendimiento deportivo.
Debes adaptar el esfuerzo a cada entrenamiento en función de tu condición física. Las técnicas propioceptivas más utilizadas están asociadas a situaciones de inestabilidad, entre ellas están:
- Caminar de puntillas.
- Caminar descalzo sobre diferentes tipos de superficies.
- Apoyarse sobre un solo pie, preferiblemente en superficies inestables, ya sea un cojín, un fitball, un balón medicinal, un plato basculante, etc.
Este entrenamiento no solo favorece la actividad física, sino que también estimula los receptores propioceptivos, que son los encargados de enviar información al hipotálamo, la parte del cerebro que coordina todo lo que interviene en el sistema nervioso: las emociones, los sentimientos y las funciones intelectuales.
Igual que te gusta tener el control de tu propio cuerpo mientras entrenas, también podrás tomar el control de las pérdidas de orina con TENA Men.Solicita tu muestra aquí.